24 de febrero de 2009

Una visita diferente



La tarde del lunes, estuvimos ambientando la sala de voluntarios con telas, alfombras, cojines, velas... para el recibimiento de una familia saharahui. Cuando llegaron, nos saludaron a todos y cada uno de nosotros y aunque sabemos cuál es el aspecto de estas personas, aún así, nos sorpendió. Bueno, quizás lo que realmente nos impactó fue la situación: el que esta familia llegara al colegio, y nosotros el haber preparado todo para ellos. Además, decir que fue muy peculiar y detallista por su parte el hacernos el té y traer dulces. Mientras la madre, la cabeza de familia ( pues nos explicaron que allí es la mujer la que hace y deshace), y el padre, se encargaban de la merienda, la directora de la ONG que con ellos trabaja (Juan XIII de Alcantarilla), nos informó de lo que había hecho con la ayuda de voluntarios en el Sahara, de las condiciones de vida de sus habitantes, de su relación con los españoles que acuden a prestar su ayuda... Y ya, particularmente, estuvimos hablando del caso de la familia que nos visitó. La mujer había sido enviada a España hacía cuatro años por una cuestión de vida o muerte, pues tenía un problema en un riñón. Y el hombre, un militar que había llegado tan sólo cinco meses atrás, por lo que aún no había aprendido el idioma. Actualmente, viven del salario del hijo mayor, que dejó sus estudios para poder mantener a su familia. También hicimos algunas preguntas sobre la escuela, amigos...a las hijas menores, quienes aseguran echar mucho de menos su tierra.
María Jesús, que así se llama la organizadora, nos dijo cómo colaborar con su asociación, y sobre todo, remarcar que estas charlas nos ayudan a reflexionar sobre lo afortunados que somos por haber nacido aquí, y por tener lo que tenemos. Fue una experiencia única e inolvidable.
María Rabadán (4º ESO C)

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo verdaderamente impactante es que anhelen su casa , sus amigos,su familia y quieran volver a pesar de las penurias que han vivido y que saben que los que se quedaron, están pasando.
Creemos que teniendo las comodidades que nuestro país puede ofrecerles, deberían a la fuerza ser felices y no desear volver. Tenemos que estar equivocados, ellos han estado en lo peor y aun así les gustaría regresar....
Un saludo